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domingo, 28 de diciembre de 2014

“Áspera textura del viento”, Gioconda Belli.

No pudimos con la áspera textura de los vientos.
Nos rendimos ante el cansancio
a pocos metros de la pradera
donde hubiéramos realizado
todos nuestros encendidos sueños.

Buscando a Alaska - John green.

- De todas maneras - Me comentó Alaska - Me parece que la manera en que te trató fue horrorosa. Yo quería llorar. Quería besarte y sanarte.

-Que lastima que no lo hiciste - Dije con cara de palo y los dos se rieron.

-Eres adorable - Afirmó, y sentí la intensidad de sus ojos sobre mí y desvíe la mirada, nervioso.- Que pena que quiero a mi novio.

Julio Cortázar.

En algún lugar debe haber un basurero donde están amontonadas las explicaciones.
Dicen que el amor mancha, 
y ya me ensucié.
Y en mi defensa diré
que su cuerpo era como un libro,
a cada roce un nuevo capítulo,
a cada silencio una nueva partida,
hojas encantadas,
y puedo decir con seguridad
que triste hubiese sido de mí
si no le hubiese sabido leer 
en su complejidad fatua.
Si te pienso, pierdo.
Y es la única vez en la
 que disfruto 
ser una perdedora.

El cielo en ti - Nashla Salazar.

Le he contado a mucha gente sobre ti, les conté sobre tus encantos y tus defectos que te hacían ser perfecto…
Escribí muchas veces sobre ti, te inmortalicé cuantas veces quise y te maté las veces que fueron necesarias.

Jorge Muñoz.

Hay quienes en este momento tienen la fortuna de dormir al lado del amor de su vida, y otros menos afortunados 
pues sólo tenemos ojeras.

Benjamín Griss.

A veces me siento como un gilipollas. No tengo ni las ganas ni los motivos para ponerme de pie e ir en busca de la nada, porque el todo a veces duele muchísimo. Días en los que tirarse con el paracaídas abierto es sólo un intento más de suicidio. Un intento de muchos, creo haber perdido la cuenta de las veces en las que me he sentido como si todos estuviesen en mi contra, como si el viento chocará contra mi piel a propósito, mientras yo voy para el norte, él va para el sur. En mi cabeza están enredadas muchas personas que se fueron quedando en el camino, pero que se han quedado dentro de mí como si fuesen uñas clavándose en mi corazón. Mis putos pensamientos siempre me traicionan por la noche, a veces la noche es tan hija de puta que me hace recordar tantas cosas que tiempo después me juré a mí mismo que las olvidaría, pero el tiempo no borró nada, ni siquiera se encargó de cerrar las heridas para detener la hemorragia, mucho menos la interna. Pero algo aprendí, y es que no puedes ir en contra de lo que sientes ni de lo que piensas, porque unos labios todavía no me han confesado lo que las miradas ya saben.

Enrique Bunbury.

Una canción triste para los momentos bajos.
Para sentirte acompañado cuando te sientes vencido.
Una canción triste para cuando estás solo.
Cuando no sabes el modo de salir adelante.

Sabrina Silva.

Te faltó interés, 
Te faltó el amor, 
Te faltó sentir, 
Te faltó todo. 
Y ahora hasta te falto yo.
Disculpas aceptadas,
confianza denegada. 
Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando demasiado. Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas intimas son acerca de él, de sus problemas, ideas, acciones y sentimientos, cuando casi todas nuestras frases comienzan con ‘él…’, estamos amando demasiado. Cuando disculpamos su mal humor, su indiferencia o sus desaires por problemas de su niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su terapeuta, estamos amando demasiado ¿En que momento nuestro gran deseo de amar se convierte en adicción ?

Sueños de café.

Que bonito es que alguien te saque conversación, cuando creías que eras invisible…
Unos soñando con finales felices y yo deseando empezar cualquier historia, aunque tenga un principio desastroso.
A veces sólo es un deseo intenso de sentir algo, 
así sea dolor. Y no es masoquismo, 
es miedo a no sentir nada.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Mapa de Tiempo, Eduardo Galeano.

Hace unos trescientos mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras, y creyeron que podían entenderse.
Y en eso estamos, todavía: queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frío, buscando palabras.

Charles Bukowski.

Te amo, eres muy buena conmigo, pero debo irme, no sé exactamente por qué, estoy loco supongo. Adiós.

La chica del infierno.

Y mis demonios solo le tenían miedo a una sola cosa; y esa cosa era yo, amándome.
Y por favor, si me enamoro, 
no dejes que sea en vano.

La sociedad de Julliette – Sasha Grey.

— Oye, no eres como las demás chicas…
— ¿Y eso? ¿Porque tengo la boca conectada al cerebro y no a tu polla?
A veces somos la llave correcta 
de un corazón que se resiste a abrirse.

Jorge Muñoz.

Ojalá que mañana
estés menos lejos y
más cerca,
Ojalá que mañana
hagas más sol y
menos frió,
Ojalá me hicieras
menos falta.

sábado, 6 de diciembre de 2014

Tal vez pasen los meses
y recuerdes lo nuestro
como dos días de lluvia y otoño,
como un romance de libro,
como una inspiración,
o tal vez sea yo quien recuerde
que huí de tu nombre
porque era un lugar demasiado perfecto,
que amé tus veintiún años,
con la misma inocencia que un cinco de enero,
que te entregué mi corazón a mar abierto. 
Yo me alejo,
tú no me olvides
y si me echas de menos
no me busques entre tus cosas,
búscame entre tus brazos.

Los diez mil, Paul Kearney.

Soy joven […] No quiero ser el dueño del mundo; simplemente quiero verlo, Quiero beberlo a cubos y saborear cada trago.
Me sentí arrastrada por su dulce persuasión, y sin saber como me entró el deseo de comprometerme a todo lo que él me pedía.

Mark Twain.

A mi edad cuando me presentan a alguien ya no me importa si es blanco, negro, católico, musulmán, judío, capitalista , comunista…me basta y me sobra con que sea un ser humano . Peor cosa no podría ser.

J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal.

Un amor tan poderoso deja marcas poderosas. No una cicatriz, no un signo visible…Haber sido amado tan profundamente, aunque esa persona que nos amó no esté, nos deja para siempre una protección. Eso está en tu piel.

Las ventajas de ser invisible.

A veces las cosas se ponen mal y te quedas mirando algo perdidamente recordando los días buenos que has tenido.

La dama de las Camelias.

-Bueno, ¿y qué tengo que hacer para corresponder a tan gran amor?

-Quererme un poco -dije, mientras los latidos de mi corazón casi me impedían hablar…

Hermann Hesse - Demian.

El que quiere nacer, 
tiene que romper un mundo.

Love In Spanish - Karina Halle.

A veces todo lo que necesita una persona para perderse es encontrar a otra.

La brevedad de la vida en la oscuridad de un beso (novela). Capitulo uno: Rana gris (fragmento).

Y la rana, a pesar de ser única por tener alas…
se esforzaba por brincar.

Music, love and books. Página 50. Último capítulo.

Se evaporó de un momento a otro, dejándome completamente sola en un suelo quebradizo.

Sam - Temblor.

Ella era el pasado, el presente y el futuro. Deseaba responderle pero yo estaba roto.
Las mejores palabras de amor, 
se han dicho con el corazón roto.

jueves, 4 de diciembre de 2014

El vértigo de la noche.

Elegimos caminar por esta playa 
ir al fondo del tiempo 
y dibujar letras en la arena 
en vez de echar el ancla 
sobre aguas más tranquilas.
Elegimos el vértigo de la noche, 
al esplendor del día.
Elegimos los amaneceres 
en frenesí clandestinos 
en avidez de cadenas rotas 
en libre tempestades. 
Elegimos el estrépito 
bajo la luna del océano 
a la quietud del lago. 
Elegimos los huracanes 
al sosiego del viento. 
Elegimos vivir 
echar las velas 
a la tierra firme 
de lo ya recorrido 
en otros brazos.
Me gusta todo de ti.
No importa si tu corazón está roto 
o si no amas tu vida; 
yo quiero hacerte una nueva.

Gabriel García Márquez.

Viajar es marcharse de casa,
es dejar los amigos
es intentar volar
volar conociendo otras ramas 
recorriendo caminos
es intentar cambiar.

Viajar es vestirse de loco
es decir “no me importa”
es querer regresar.
Regresar valorando lo poco
saboreando una copa,
es desear empezar.

Viajar es sentirse poeta,
es escribir una carta, 
es querer abrazar. 
Abrazar al llegar a una puerta
añorando la calma 
es dejarse besar.

Viajar es volverse mundano 
es conocer otra gente
es volver a empezar. 
Empezar extendiendo la mano,
aprendiendo del fuerte, 
es sentir soledad.

Viajar es marcharse de casa,
es vestirse de loco
diciendo todo y nada con una postal,
Es dormir en otra cama,
sentir que el tiempo es corto,
viajar es regresar.

Soneto XXVII, Pablo Neruda.

Desnuda eres tan simple 
como una de tus manos.
Detesto los amores partidos, los amores a medias, los amores que por miedo no se entregan.

Fernanda González.

Hay quienes se sienten 
con la responsabilidad 
de soñar por dos personas.

Mario Vargas Llosa, La Fiesta del Chivo.

¿Sabes por qué nunca pude perdonarte? 
Porque nunca lo lamentaste de verdad.

Quiero/ Ligia Pach Jara.

Quiero ser quien abrace el calor de todo lo que dejas, inundando así los sentidos, acelerando a mi corazón a ser libre y a mi alma a andar insolente siéndole infiel a la soledad.
Si, disculpa que te mire así;
es que tu cara se me ha hecho adicción. 
Y ahora mismo necesitaba consumirte, 
mirarte un instante, una pequeña dosis nada más. 
Volverte a ver, morirme en ti, sentirte cerca, 
besarte… Alguna vez.

martes, 25 de noviembre de 2014

sábado, 22 de noviembre de 2014

Y un día ella se fijó en ese chico 
considerado “raro”, 
ella vio en él lo que no vio en los demás; 
Él estaba roto y solo, 
tal y como lo estaba ella.
Hay personas que cuando hablan dan ganas de cerrar los ojos para escucharlas por siempre.
Quiero escribir tu nombre en todas partes pero me da miedo que alguien más 
se enamore de él.

Te odio con amor | Jorge Muñoz.

Ella supo hacer con una sonrisa lo que otras mujeres no han podido lograr con un gran cuerpo. Como no amarla así al natural, despeinada y sin maquillaje. Como no adorarla si para cada momento malo saca palabras de aliento. Como no quererla tanto si ella me ha devuelto no solo los latidos del corazón, sino también la vida.

Benjamín Griss.

Te veía dormir, ¿y sabes?
Ver dormir a quien amas es una putada.
Tenías los ojos como la luna en pleno agosto
y los labios igual que un algodón de azúcar,
la curva de tu sonrisa era mi favorita para matarme,
siempre que te veía desapercibida y tú no te dabas cuenta de lo feliz que me hacías con el simple hecho de existir.

El otoño es la época con la cual ahora me identifico más,
pasan muchas personas por aquí pisando mis hojas secas,
produciendo un sonido al partirse en mil pedazos;
algo así sonó aquel día en que dijiste que te marchabas 
y en aquel momento deseé con todas las fuerzas de la química 
que mi corazón fuese de titanio.

No detuve tus pasos, tampoco decidí caminar contigo;
tarde comprendí que si la gente se va de nuestra vida
es porque quiere, nada más; 
no hay excusa para salir de la vida de otra persona de la noche a la mañana.
Siempre he pensado que las despedidas deberían de ser anticipadas,
para así no causar tanto daño en un solo día, 
y así preparase para el desastroso adiós.

Finalmente llegan las cosas que no queremos que lleguen jamás.
El día llegó y tenías que irte, 
no sé adónde, pero lejos de mí.
Las despedidas causan los peores vértigos.
He odiado la idea de tener que recordar fechas, 
porque, aunque son números, tienen historia.
A veces una historia bonita;
otras veces, una desastrosa.
Y no sé por qué tiendo a recordar siempre lo que me hace daño.

Sigo tanteando desde la distancia tu precipicio para no caer tan fuerte; 
sigo manteniendo insomnios que llevan tu nombre y terminan en un verso; 
sigo manteniendo el silencio cuando me preguntan que qué me pasa, 
cuando, en realidad, me pasa alguien. Tú.

Romima Colli.

Un día despertaremos y solo nos quedará el recuerdo, de que alguna vez fuimos jóvenes.
Miraremos en nuestro cuerpo arrugas y al contarlas enumeraremos a la par todo lo que nos falto vivir.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Cuando te acaricié, 
me di cuenta
que había vivido
toda mi vida
con las manos vacías.

S.F. Almatar.

Con un corazón narcotizado por la poesía; con el erotismo enfebrecido en el alma y en la sangre; con una incondicional locura razonable y una notoria cordura delirante.
Y si se muere de amor, 
me gustaría que fueras mi asesino.

Anna Bahena.

Aún conservo una foto tuya
que tomaron mis ojos
mientras sonreías. 

Louie Schwartzberg.

La belleza y la seducción, creo, son la herramienta de la naturaleza para la reproducción, porque protegemos aquello de lo que nos enamoramos. Su relación es una historia de amor que alimenta a la tierra. Nos recuerda que somos parte de la naturaleza y que no estamos separados de ella.
El problema es que cada que íbamos a saltar,
 no lo hacíamos a la vez.
Y por favor, si me vas a querer 
que sea también cuando mi piel esté helada 
y los ''te quiero'' sean escasos.
Porque se necesita ser un completo idiota para no darse cuenta de que la puerta siempre estuvo frente a ti, y la llave en tus manos.
Es que mira, siempre estoy muy ocupada 
y no tengo tiempo para que no me quieras.
Algunas personas construyen puentes al corazón y otras abren abismos.
Sonreíste y derribaste cada muro, destruiste mi armadura y me quedé frente a ti con el alma desnuda, vulnerable, indefensa ante tu presencia.

Palabras Tropezando.

La vida es así, una muerte constante, un renacer perpetuo. A cada momento vamos siendo nuevos, cada instante transforma nuestra conciencia, perece el que fuimos, renace el que somos, ese mismo que en breve ya no seremos.
Yo sólo quería ser mejor persona, para ti.

Federico Moccia.

Cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, y esperas poder atrapar así también su corazón. Pero no es así. El corazón tiene piernas que no ves.
Es 22 de noviembre,
Mañana 23, pasado 24,
Cuando podría ser,
Un 31 de diciembre a las 23:59 horas,
Todos los días,
En busca de algo nuevo,
Eternamente.

El Eco De Un Tiempo Distante - Adrián Santillana.

La vida pasó, 
seguí escribiendo 
y ahora tengo una colección 
de poemas con tu nombre.
Quería decirte algo 
No sé si debo
¿Recuerdas aquel día?
Pues desde ese día...


martes, 18 de noviembre de 2014

Joaquín Sabina.

La poesía huye, a veces, de los libros para anidar extramuros, en la calle, en el silencio, en los sueños, en la piel, en los escombros, incluso en la basura. Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.
Y llegado el momento, sin calcular el tiempo siquiera, nos miramos. Así como se miran los niños cuando la travesura se comparte, así como cuando las miradas chocan al asumir la belleza de un cielo estrellado, así como los enamorados se observan uno a uno al amanecer…
Y el día que te encuentre, estarás sentado frente a mí, por lo menos, unas 5 horas, y eso será poco, para explicarte la razón de mi desahucio, y la complejidad de mis pensamientos 
en estos años en los que 
no quisiste llegar a mi vida.

Rima XXIII - Gustavo Adolfo Bécquer.

Por una mirada, un mundo; 
por una sonrisa, un cielo;
por un beso… ¡Yo no sé 
qué te diera por un beso!

Mariana con M de Música - Eusebio Ruvalcaba.

¿Sabes dónde descubrí tu nombre?
¿Recuerdas que te miraba y no sabía
como te llamabas?
¿Recuerdas que te suplicaba con los ojos
que me lo dijeras,
y que simple y llanamente te hacías del rogar,
que me ignorabas como la nube ignora el cielo,
como el azul ignora al mar?
Bueno.
Creo acordarme que lo vi bajo una capa de polvo
que cubría un piano de cola.
En París.
Me dijeron que en ese piano había tocado Chopin,
y Liszt había pasado los dedos una tarde de octubre.
No sé.
El punto es que soplé –no podía acercarme más –
y aparecieron unas letras: Mariana.
Así. De pronto.
No, no fue así.
Me encontraba parado en la esquina de 5 de Mayo
y Eje Central.
Cientos de transeúntes iban de un lado a otro.
Yo esperaba que se pusiera el semáforo en verde.
De pronto se soltó un ventarrón que me alborotó el pelo,
iba yo a maldecir
cuando el viento me susurró al oído: Mariana… Mariana…
Miento, exactamente fue otra cosa.
En Real del Monte, a unos kilómetros de Pachuca,
en uno de los lugares más altos de este país.
El frío es terrible.
Pues estaba yo contemplando
la estatua de un minero que se encuentra en la plaza principal.
Lo veía por arriba y por abajo.
Le daba la vuelta.
Lo que admiraba eran sus músculos y su determinación férrea.
En ésas estaba
cuando una niña me jaló de la manga de la camisa.
Volví la cabeza y me le quedé mirando.
Más bien nos miramos.
Era muy humilde.
Extendió la mano.
Estaba a punto de darle unas monedas
y me dijo que leyera lo que había escrito en su palma:
Y leí:
Soy Mariana.
Tus ojos entre cerrados, parecen mirar lo eterno, rodando desaforados, burlamos noches de invierno. 

Me faltas (Nicolle Mayol).

Hoy te regalo las amarguras
Que raro verte de cerca 
Que tanto me faltas
Te regalo los retazos de mi alma
Envueltos en mi perfume
Que tanto me faltas

Hoy te regalo mis amarguras
Qué raro quererte de cerca 
Que tanto me faltas

Te regalo los retazos de mi alma 
Envueltos en aceitunas
Que tanto me faltas

Hoy me quedo mis amarguras
No es raro, amarte de cerca
Ni tanto me faltas

Me guardo los retazos de mi alma
Envueltos en la nada
Es mucho, me faltas.
Eramos la noche y el día, 
pero qué noche la de aquel día.

Pablo Neruda.

Si nada nos salva de la muerte, 
que el amor nos salve de la vida.