Seguidores

martes, 29 de enero de 2013

Sin final.

Pasarán los días y dirán que ya es verano, que la primavera le ha vuelto a ceder el turno como cada año. Pasarán los días, y mis manos se volverán de hielo, la playa se congelará y yo volveré a vivir en los pequeños momentos, en los puede ser y en los quizás que no llegaron. 


Pasarán las horas, y tú te encargarás de sabotear de nuevo mi corazón, avivando la llama en el segundo antes de apagarse, de volverse ceniza. Llegarán tus ojos deslumbrando lo que nunca supieron valorar, y yo, presa de algo más que ellos, volveré a engañarme con tus promesas.

Dime, ¿cómo podría evitar volver a entrar en ese laberinto de sábanas? No necesito más caricias de una noche, no necesito despertarme y hacerme la dormida mientras veo cómo muy despacio, intentas escapar de la cama sin hacer casi ningún ruido, parándote siempre un segundo antes de salir por la puerta, como queriendo inmortalizar algo que consciente, dejas escapar.

No te imaginas cuánto duele verte sabiendo que tú crees que sigo soñando. Cómo duele sentir tu respiración un par de veces al año siendo consciente de que quizás, sea la última vez que pueda sentirla. 

Se acerca el verano, mientras escribo se acerca el verano...

A veces, me gusta pensar que esta vez sí tendré valor para ser indiferente, para no caer en la tentación de tus lunares, para no ensimismarme con las millones de diminutas pecas que acompañan tu nariz, para no volverme de nuevo adicta al movimiento de tu pelo.

Sin embargo, una vez te dije que algún día, sería yo quien se volvería de piedra y sería yo quien escapase a las cuatro de la mañana por la puerta de la habitación. 

Y este año ha pasado algo que me ayuda a pensar que ésa vez, es ésta vez. Este verano. Este Julio, Agosto y Septiembre. 

Ya no quiero ni tengo fuerzas para seguir siendo tu marioneta; ya he aprendido a desnudarme de tus cuerdas.

He conocido a alguien y, aunque apenas sabe de mi existencia, siente que existo. Y eso es suficiente para alimentarme del ritmo de su corazón así como un día me alimenté del tuyo. 
"Apenas sabe de mi existencia", quédate con esa frase. 
Porque bien sabes que mientras siga así puedo sobrevivir eternamente a base de sueños. Esta vez no cometeré los mismos errores que cometí contigo, esta vez, mantendré tanta distancia como sea necesaria con tal de que nunca pueda conocer cómo realmente soy. 

Como he dicho, no volveré a cometer los mismos errores que cometí contigo.
Esta vez, voy a enamorarme de alguien que nunca intentaré tocar, que nunca podré probar. Voy a enamorarme como debería haberme enamorado de ti, en silencio, muy lejos, sin finales tristes, ni finales felices,

Sin finales. 

domingo, 27 de enero de 2013

jueves, 24 de enero de 2013


Muchas personas tienen poder, pero pocos tienen poder para llegar a las personas; esos son los verdaderos líderes.

sábado, 19 de enero de 2013

Existe el 0,01% de posibilidad de que esto sea para ti.

Eres mi sostén, ¿lo sabías? Ahora mismo, eres lo que hace que mi vida merezca la pena, que merezca vivir cada segundo de ella.
No es justo que estés tan lejos, porque cuando estoy contigo el tiempo es fugaz... Cuando estoy lejos de ti, cada segundo parecen dos, o tres, o cuatro... Estamos lejos pero una parte de nosotros sabe que, realmente, no. Sé que es cursi, pero estás conmigo siempre, cada segundo.
Sacas lo mejor de mi, me haces reír y cuando estoy contigo se me olvida que pueda existir algo más alrededor. Cuando estás tú, estoy en paz.
Parece que sólo te quiero por cosas bonitas, por lo bien que me haces sentir... Pero no es sólo así, hemos tenido nuestros lloros, nuestros enfados... Porque nos importamos. Porque discutimos nuestras diferencias. Tengamoslo claro, nadie es perfecto y yo no me perdería ninguna de tus imperfecciones, por nada del mundo.
Quererte ha sido lo más fácil y lo más difícil que he hecho o me ha pasado jamás. Pero sin duda es lo mejor.
Sabes que haría cualquier cosa por hacerte feliz, pero hoy no te he enviado chocolates, ni cartas, ni siquiera te estoy diciendo nada, ahora mismo, que tú no sepas... Sólo quería recordartelo, que cada vez que me eches de menos, leas esto una y otra vez y es como si te lo dijese a todas horas. 
Te quiero y te necesito.

viernes, 18 de enero de 2013

Christopher Robin.


Tú eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas.

 Aunque desear algo puede ser muy duro, los que más sufren son quiénes no saben lo que quieren.

Cuando dices lo que quieres decir, cuando sabes cómo quieres jugar, te sientes tan alto que casi te parece volar...

jueves, 10 de enero de 2013


¿Es rara, no? 
La nostalgia... 
Porque tener nostalgia en sí no es malo, eso es que te han pasado cosas buenas y las echas de menos. 
Yo por ejemplo no tengo nostalgia de nada, porque nunca me ha pasado nada tan bueno como para poder echarlo de menos...eso si que es una putada. 
¿Se podrá tener nostalgia de algo que aún no te ha pasado? Porque a mi a veces me pasa...
Me pasa que me imagino como van a ser las cosas, con los chicos por ejemplo, o con la vida en general... 
Y luego me da pena cuando me acuerdo de lo bonitas que iban a ser, porque iban a ser preciosas... 
Y cuando lo pienso me da nostalgia, cuando me doy cuenta de que aún no han pasado y que a lo mejor no pasan nunca...

La princesa prometida.

Sus pasatiempos favoritos eran montar a caballo y atormentar al muchacho que trabajaba en la granja. Su nombre era Westley, pero ella nunca lo llamaba así. Nada proporcionaba tanto placer a Buttercup como dar órdenes a Westley a todas horas. "Como desees" es lo que siempre contestaba él. Un día descubrió con asombro que cuando él decía "como desees" en realidad significaba "te amo".

Un lugar en el mundo...




- Me gustaría que me dijeras cómo hace uno para saber cuál es su lugar. 

- Yo por ahora no lo tengo. supongo que me voy a dar cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir. 

- Supongo que es así.

La madre del novio.


+ Dame una razón para que salga contigo. 
- Porque soy diferente 
+ ¿En serio? ¿De qué color son mis ojos? 
- Bueno, a primera vista son marrones, pero con la luz del día se vuelven ámbar. Y si te fijas más, entorno al iris son del color de la miel. Pero cuando te da el sol parecen verdes, y son preciosos.

El día de la boda.


_ ¿Sabes lo que me cabrea? Que he estado hablándote de mi todo el fin de semana y no sé nada de ti. 

_Soy alérgico a los suavizantes, soy licenciado en literatura comparada por Brown, odio las anchoas y te echaría de menos aunque no te conociera.

miércoles, 9 de enero de 2013

Entre sábanas, clavículas, y otras esdrújulas.


Esta noche, quiero que te cueles en mi cama y seas cada palabra que susurre a la almohada, quiero que seas poesía, un libro antiguo con una dedicatoria mágica.
Esta noche, serás mi palabra aguda, empezando por la tentación y acabando por la atracción fatal de tu piel, cuando la eriza una canción. Serás mi sed, mi sol, serás mi primera vez un día de Octubre.
Serás mi prohibida constelación.
Esta noche, serás mi palabra llana, serás mi aire, mi agua y mi fuego, serás el morbo que caliente mis ganas, cuando no nos quede nada. Serás mi delirio de una noche sin Luna, serás cada lunar de mi espalda formando el mapa que te lleve a mi cuerpo.
Serás mi palabra esdrújula, mi éxtasis, mi clavícula. Mi mayor pecado sin despertador que lo interrumpa. Soñaré toda la noche bajo las sábanas de tu pelo, bailaremos al son de una canción que nadie, jamás, podrá tocar.
Esta noche, quiero que seas mi libro preferido, el que abandoné en aquella Feria como símbolo del mayor crimen pasional que jamás he cometido. El dolor que nos provocamos debería estar castigado con la peor condena, una con la que ni tu ni yo pudiésemos volver a tocar el cielo.
Pero esta noche, no habrá distinción entre el cielo y el infierno, quédate conmigo y te lo demuestro.
Porque voy a convertirte en una fotografía desgastada con los besos que nunca me dejaste dar. Voy a congelar tu frialdad haciendo de tus manos la mejor pluma con la que escribir en mi espalda.
Déjame soñarte cinco minutos más, esta noche prometo alcanzar tu piel.
Déjame pensar que tu nombre es la mezcla de todas mis letras preferidas. Mi delirio de media noche, mis ganas dejar a un lado las palabras bonitas para llevarte a mi cama y dejar de ser romántica.
Hacerte pecar una y otra vez en las ideas más ocultas que pueda imaginarse tu razón. Hacer el (des)amor y fingir que nos querremos para toda la vida.
Mañana saldremos por la ventana, tu y yo, pero separados. Sin mentiras, ni despedidas, sabes que siempre las he odiado. Huiremos del campo de batalla como responsables de haber provocado la guerra.
Mañana volveremos a nuestro estado original. A soñar con las palabras y a jugar con los papeles. A inventarnos acordes que describan con todo detalle el devastador estado en que nos dejamos.
Mañana, serás tú, y nadie más, mis palabras favoritas entre tantas otras, serás mi aguda, mi llana y mi esdrújula.
Pero esta noche, tus manos no escribirán ninguna, esta noche, tus manos tendrán que hacer exactamente lo que las mías les digan.

domingo, 6 de enero de 2013

Mi éxtasis auditivo.


A ti, mi música, mi acorde imposible. Mi canción perfecta en una noche de lluvia, la voz de un ángel camuflado en mis oídos. Dime que nunca sellarás tus labios y yo siempre escucharé tu voz, hace tiempo que venciste a mi despertador.

Déjame soñar cinco minutos más, anoche casi pude tocar tu piel, y mañana lo intentaré otra vez. Mientras tanto, sigues siendo mis buenos días, mis buenas noches y mis medias tintas. El punto exacto de una debilidad dormida.

Eres la nota afinada que desafina con cuidado un corazón sin melodía. -Mi corazón- libre de cualquier ritmo que puedan provocar tus manos.

Cántame despacio que te quedas, cántame que me buscas y prometo alcanzar tu piel. Pecado de terciopelo que sueño con poseer. Lo único capaz de trastocar el mobiliario de mi cuerpo, cada nota de mi inexistente entonación. Yo te escucharé en silencio, a salvo, bajo unos cascos blancos en mitad de cualquier parte. Muy quieta, sin llamar demasiado la atención, buscando sólo encontrar la tuya. Captando hasta el más ínfimo de los detalles de tus ojos.

Porque sé que cualquiera podría enamorarse de una canción, pero yo me he enamorado de lo que no cantas. Del principio y del final de cada historia, de cada sorbo de agua que bebes después de un estribillo agudo. Alguien debería inventar un sentido más para poder contemplarte, de arriba a abajo, de lado a lado. Todos y cada uno de los lunares de tu espalda. Préstamelos, los uniré cuidadosamente hasta dibujar nuestra propia constelación. La llamaremos Puntos Suspensivos, acercando a Zero la velocidad de cualquier planeta.

Porque cuando tus manos acarician la guitarra, una parte de mi, en un momento de debilidad, sueña que soy yo una de tus cuerdas. Quizás la que menos utilizas, la que menos rozas, la menos importante.. y sin embargo, tan necesaria como cualquier otra.

Porque entraste a mi vida por mi oído haciéndolo objeto de envidia de mis ojos... por llegar primero. Y mientras, los otros tres sentidos sueñan con conocerte algún día.

Dime, ¿podrán conocerte algún día? ...
Supongo que lo mágico de soñar con los ojos abiertos es poder ser más irracional que en los propios sueños.

Y es que algunos te llaman música y yo te llamo dosis durante cuatro minutos, mi sorbo diario del aire justo para poder vivir. Yo te llamo éxtasis, tentación prohibida en la que quisiera caer. Ese pecado dulce justo antes de volverse amargo.

Y dime, ¿Cómo interpretar que los escalofríos que me provocan todos tus movimientos fueran hasta ahora una droga totalmente desconocida para mí? Porque empiezan muy abajo, lentos, tímidos a subir con prisa. Porque recorren cada una de las vértebras de mi espalda, llegando a mi cuello y haciendo de él un pequeño mirador donde jugar un rato.
Ese es el mejor momento, ¿sabes? Justo antes de llegar a la nuca. Ahí se desvanecen en el aire esperando la llegada del próximo. Y el próximo, y el próximo...

A veces me causas tantas incógnitas que me asusta pensar en las consecuencias que habría al conocer las respuestas.

De momento, me conformo con lo idílico de idealizarte. Con lo absurdo de soñar con algo que nunca podré probar. De momento, me conformo con permanecer muy callada esperando, que algún día, mi blog patrocine las casualidades más absurdas y esto, caiga en tus manos y tú en las mías.

 Dedicado a alguien que dice hacer música; yo digo que fabrica sueños en camas abandonadas.

sábado, 5 de enero de 2013

Para ti.


A ti, que no te conozco pero te quiero, que entraste en mi vida en el minuto exacto en que pudo latir mi corazón, a ti, que aunque suene extraño te conozco, pues he besado una eternidad de labios pensando que eran los tuyos, y he creído mirar cientos de ojos ajenos creyendo estar mirándote a ti.

A ti, que te escondes en cualquier ciudad, y jugamos a encontrarnos en cada esquina que teme ser nombrada. Que me acerco y... cuando estoy a punto de atraparte, cambias de cuerpo y desapareces.

Porque te estoy escribiendo a ti, y ni siquiera sé el color de tus ojos. Porque daría lo que fuera por saber si son oscuros, castaños, verdes o azules. Porque daría lo que fuera por saber a qué sabe tu piel, qué forma tienen tus caderas.

Porque me matas cada vez que creo haberte encontrado, convirtiéndote en el humo de cualquier cigarrillo cuando me atrevo a fumarte. Fúmame tú a mí, yo me quedaré para siempre en un rinconcito pequeño de tus pulmones sin hacer demasiado ruido, y llámalo como quieras. El cigarro antes de un examen, el del café, el cigarrillo de después y las caricias que ello conlleva.

Llámame nostalgia por querer tenerte a una edad tan temprana, llámame locura, bipolaridad, esquizofrenia, pero esta noche daría mi vida por conocer la tuya.

Dime, ¿Cuántos lunares tiene tu espalda? Quiero deslizarme por cada uno de ellos, dejando un suave rastro de éxtasis que puedan llevarme hacia tu cuello. Y una vez allí engañar al lóbulo de tu oreja, haciéndolo mío durante horas. Que poco a poco conozca mi lengua y.. en un descuido, llegar a tu boca. Quiero recorrer tu vientre haciendo un alto en cada gemido, quiero plasmar ese sonido en mi tímpano y recordarlo cada vez que tenga que echarte de menos.

Quiero hacer de tus piernas mi propio parque de atracciones, y que suban, y que bajen, y que me hagan sentir que el tiempo y la velocidad son tan relativos como las ganas de tenerte según sea de día o caiga la noche. Que las sábanas serán nuestro refugio en los días de lluvia, y de sol, y de viento. Y cada vez que tengas frío, prometo convertirme en tu verano. Te podrás bañar en mi playa nudista cada vez que quieras, yo seré tu bandera roja, ese remolino en el agua para sumergirte en el delirio y el morbo más peligroso y adictivo que jamás hayas conocido, la arena que se cuele en cada recoveco de tu cuerpo.

A ti, te estoy escribiendo a ti, seas quien seas. Estés donde estés. Porque algún día te encontraré y serán tuyas mis manos, mi boca, mis ojos. Y no podré volver a escribir en ningún lugar que no sea tu espalda, jamás querré dejar de mirarte mientras duermes.

Tuya, soy tuya, sea cual sea tu nombre. Sea cual sea el acento de tus labios o el tono de tu piel. Soy tuya y aún no te conozco, pero... algún día lo haré.

Porque cada vez estoy más cerca, y he estado casi segura de tenerte en infinitas ocasiones aunque el aire se haya encargado de expandir tu perfume así como el tiempo borrará la tinta de estas letras. Porque no fuiste tú el que jugó a buscarme en el puerto, ni fueron tus manos las que recorrieron mis piernas, ni fuiste tú quien me secó las lágrimas en aquel avión ni quien me regaló una pulsera un día de feria. Pero sin embargo, cada minúscula parte de mi pasado me tienen hoy escribiéndote canciones, inventándome acordes.. o diciéndote esto. Porque cada paso que di con quien creí que eras tú, me acercan a escuchar tu risa, a conocer tu nombre, el color de tus ojos, el tacto de tu piel, las atracciones de tu cuerpo. Tú serás mi montaña rusa y yo la niña que espera en la cola, callada, tímida y a veces demasiado romántica, pero tú seguirás siendo mi montaña rusa.

Y yo... ya estoy esperando en la cola.

jueves, 3 de enero de 2013

Profilaxis sentimental.


Supongamos que.. esta noche, con el peso de mi orgullo podría comprar cualquier avión que me alejase de ti lo suficiente como para no sangrar cada vez que menciono tu nombre.

Supongamos que el.. sólo hecho de escribir tus iniciales desgarran mi pecho con la intensidad necesaria como para morir por ello. Supongamos que esto no lo estoy escribiendo en el coche, completamente sola a las cuatro de la madrugada, mientras decido si arrancar o llamarte, aún no sabiendo las cifras que componen cada uno de los números tras los cuales escucharía tu voz.

Escúchame tu a mi..

Porque te he echado tanto de menos que podría jurar asociarte más al dolor que a cualquier otro sentimiento. ¿Y... sabes? Supongo que en el fondo te lo agradezco. 

Pues la intensidad con la que conseguiste matarme hace de cada noche una nueva necesidad de escribir.. o romperme, de lo contrario, como cristal que dice no ser frágil. 

Créeme, si en tu nombre hago metáforas con el humo de cualquier cigarrillo es porque consigues matarme lenta y dolorosamente. Y supongo que por eso me gusta recordarte en cada calada que me acerque al sabor de lo que un día fueron tus besos. 

Me pregunto si los seguirás dando con esa dulzura tuya que siempre te diferenció del resto. Si algún día volverás a mi vida para darme otro, o... el primero de tantos últimos. 
Supongamos que, decido empeñar mi orgullo, tragármelo y cedérselo a mi garganta, supongamos que me atrevo a decir en voz alta que te echo de menos. ¿Volverías? Supón que no hay día en que no me acuerde de ti, y cada vez que te pienso tenga que distraerme con cualquier tontería para poder parar. 

Supongamos que me atrevo a decirte algo... ¿reaccionarias? ¿Serviría de algo? ¿Crees que merece la pena suplicar una sola palabra de tus labios? Perdona, ni siquiera sé lo que estoy diciendo. No conozco el tono de tu voz y ya estoy inventando escusas para poder oirte. Para querer parar, y seguir, y parar. 

Y así hacer de mi vida una jodida noria defectuosa de la que ya no puedo bajar. En la que nadie puede subir.

¿Subirías tú sabiendo que en cualquier momento podría derrumbarse? ¿Te sentarías conmigo sabiendo que podría ser la última experiencia de tu vida? 

Bienvenido a mi mundo.. donde cada gesto podría ser el último. Donde cada texto podría ser el final de un cuento en el que por supuesto.. no hay príncipes, ni princesas, ni castillos encantados pero sí mazmorras. 

Porque escribirte a ti se ha convertido en una historia en la que los dragones intentan escalar por la torre en busca del beso que despierte al fuego que quemó su garganta. Quémame tú a mí, despacio si eres tú quien sostiene el mechero. Yo prometo no quejarme. 

Prometo dejar de suponer que existes para escribir en voz alta que mis manos han logrado envolver a tu cuerpo. Prometo dejar de suponer que escribiéndote esto, llegaré a conocer algún día el nombre hacia quien van dirigidas todas, y cada una de estas palabras..

Dime, ¿te atreves a suponer todo esto conmigo.. o prefieres guardar silencio tras la pantalla de ese ordenador?

...perfecto

miércoles, 2 de enero de 2013

Quizá siempre estamos básicamente solos, y sólo nos hacemos conscientes de ese hecho cuando se dan las condiciones que lo evidencian. Quizá.

martes, 1 de enero de 2013