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viernes, 25 de julio de 2014

Pensaba que la única forma de dejarte en paz 
era darte mucha guerra.

Cuando crees que todo es cicatriz, 
absolutamente todo vuelve a sangrar.
Si no puedo calmar tus pesadillas 
no me merezco tus sueños.
Y en el cabecero de mi cama 
hay poesía. 
 Sólo hace falta que vengas tú 
a hacérmela.

Fernando Bermúdez.

Hay algo en cada recuerdo que me doy a la tarea a recordar, que el amor es bueno, es bello, es infinitamente hermoso, hasta cuando salen sus demonios y empezamos a sufrir.

F. Jassiel Urueta Coria.

Y si algún día, por alguna absurda razón que ninguno de los dos comprenda, llegas a sentir ganas de estar entre mis brazos, no lo pienses más, pues aquí estaré esperando hasta que el tiempo me desgaste;
Una vida y más.

Oscar Wilde.

Unos viven el poema que no pueden escribir; otros escriben el poema que no se atreven a realizar.

Julio Cortázar.

Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos.

Oliván Lorenzo, El mundo hecho pedazos.

Me gustaría ser otro. 
Aunque, en realidad, como no sé quién soy, 
quizás lo sea a veces sin que yo me dé cuenta.

Neil Gaiman.

¿Has estado alguna vez enamorado? Es horrible, ¿verdad?, te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y abre tu corazón y significa que alguien puede meterse dentro de ti y echarte a perder. Construyes todas esas defensas, te fabricas toda una armadura para que nada te pueda hacer daño, y entonces una persona estúpida, que no es diferente de cualquier otra persona estúpida, entra como si tal cosa en tu estúpida vida… Les das un trozo de ti. Ellos no lo pidieron. Hicieron algo estúpido un día, como besarte o sonreírte, y entonces tu vida deja de ser tuya. El amor toma rehenes. Se mete dentro de ti. Se alimenta de ti y te deja llorando en la oscuridad, una frase tan simple como “quizá deberíamos ser sólo amigos” se convierte en un trozo de cristal introduciéndose en tu corazón. Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Es un dolor en el alma, un verdadero “se mete dentro de ti y te destroza” dolor. Odio el amor.

jueves, 24 de julio de 2014

Monica M. - Mas allá del infinito.

Mi cielo esta allí, en tu pecho, a la izquierda.
Yo era su mundo 
pero en sus ojos se reflejaban galaxias. 
¿Qué era un mundo comparado con una galaxia?
El mejor abrazo no fue físico, ni siquiera sentí unas manos que me rodearon, mas bien sentí en el alma un alboroto por dentro, una resurrección.
Me dijo un por siempre y supe que se iría.
A él no le gustaban las promesas y a mí no me gustaban las medidas de tiempo.
Quizás debí decirte te quiero cuando era inevitable, no ahora, que es casi un silencio, una rutina.
Ella era una de esas mujeres sencillas, le gustaba pasar desapercibida pero deseaba ser notada algún día, digamos que, ella solía vestir de amarillo cuando deseaba realmente vestir de oro.
Las peores despedidas 
son aquellas que no tuvieron una explicación.
Estábamos destinados a conocernos, 
no a estar juntos.
Descubres tarde o temprano que no puedes tener la paz que necesitas, sin antes enfrentarte a una guerra.
Desde tu partida, me vi atrapada en una situación extraña, ahora cada día voy y abrazo a una sombra, la misma sombra todos los días.

M. Sierra Villanueva.

La lejanía se siente más cuando alguien está a nuestro lado, pero no en nuestros adentros. Lo vemos volar, pero no en nuestro cielo.

miércoles, 16 de julio de 2014

Elvira Sastre Sanz.

Eres tan bonita
que decírtelo resulta redundante
y no decírtelo
se parece al silencio.
Al final siempre acabo besándote,
que es la mejor alternativa a la poesía.
Y ya sabes
que a mi me gusta acabar los poemas
con el verso perfecto,
ese que empieza en un papel
y acaba en tu boca.

La llamarada, Joseph Kapone.

Te estoy queriendo con esta pasión que se me derrama por mis manos, que se desborda como río por mi boca, que brota como flores por mis ojos, que se enciende como hoguera en mi pecho, que se inflama como un grito en mi alma, que se agita como tormenta en mi lengua, que naufraga en tus mares y nada lo para, que desemboca en un poema y nunca acaba, nunca se termina, 
siempre se declara.

François Malherbe.

Pero era del mundo en el que las cosas más bellas
tienen el destino peor;
y, rosa, vivió lo que viven las rosas,
tan solo una mañana.
El Asesino. 
De todas las formas de matarla, 
el muy sádico decidió ahogarla 
en un mar de lágrimas.

Elvira Sastre.

Habrá quien abra tus sobres
y habrá quien lea tus letras.
Habrá quien te busque
y habrá quien te encuentre.
Y, lejos de todos,
habrá quien nunca te encuentre,
nunca te busque,
nunca te lea,
nunca te espere,
y siempre te inspire.

Labios sabor a cielo - Tatiana C.

Cabe una eternidad en esta mañana sombría
Cabes tú, y eso basta
Uno más uno es dos
Y eso es igual a nosotros.
He probado tus labios sabor a cielo
A nubes, a lluvia.
He saboreado el paraíso de tu pensamiento
Me he visto atrapada en el amor.
Me basta respirar y saber que todo está bien
La amargura se ha disipado
Ha salido el sol.
Y si volvieras, mi silencio no existiría, la soledad no sobreviviría; mis labios no se secarían, de verdad sólo tuya sería.
¿Y si las sombras nos hablaran
Como lo hacen
Las demás cosas,
Que nos dirían?

Las calladas, las apagadas,
Los fragmentos pegados
Los fragmentos voladores
De la conciencia
De lo que conocemos.
¿Qué nos dirían?

Las sin forma, las condenadas
A ser su mundo, un espejo
Del nuestro. Prisioneras
De nuestro capricho de
Pensarlas muertas.
¿Qué nos dirían?

Lo que
No tiene sombra, es
Indepediente, tu
Voz, tu
Letra, tu
Mirada, independientes de
Las habladurías venenosas, porque
Existen, aunque
No las quieran,
Pegadas, voladoras
Fragmentadas en papel pero
Unidas en lo blanco
En lo negro, unidas
Casualmente sin
Casualidad alguna.

Anna Gorse - Lobo Feroz.

Cada eco de cada latido mío pronuncia tu nombre,
cada minuto que pasa quiero saber lo que tu sonrisa esconde,
adivinar los segundos de cada bucle de cada parpadeo,
convertir tu biografía en mi diario y publicarlo para que pueda leerlo el mundo entero.

Y que sea un grito ahogado, totalmente improvisado, que no nos diga la vida lo que tenemos que hacer,
podemos ser unos niños con arena en los bolsillos pero luego si conviene poder volver a crecer, compartamos cigarrillos y apretemos los gatillos ante todas esas cosas a las que poder temer, caminemos de la mano porque errar es humano y si me agarras fuerte siento que no volveré a caer.
 
Auuu, llega el lobo feroz, pero ya no tengo miedo,
cuando tú estás a mi lado le das fuerza a mi voz.
 
Aún estoy mirando el reloj, el mundo va a cámara lenta cuando no te tengo cerca nunca gira veloz, siento una muerte precoz si nos miramos a los ojos siento como aprietas mi botón de off,
y me vuelves más loca de lo que estoy, hoy soy más feliz que ayer y mañana lo seré un poco más que hoy, coronemos la colina de colillas de tu piso, que surfear en las sábanas sea nuestro compromiso.
 
Tú', segunda persona singular, pero para mí eres la primera en la vida,
puede que a veces me cueste caminar porque tú haces que toda ruta me parezca prohibida,
eres lo más cercano a un sueño que he podido tocar,
nos despedimos y también me da miedo despertar,
me quitas la ropa y también una sonrisa,
elegir una parcela entre todos los cuadros de tu camisa.

Mis ojos, espejo de tu alma, este mes ya voy con calma a pagar la hipoteca de tu cama,
mis dedos atropellan a los miedos mientras hago skate con ellos sobres las curvas de tu espalda,
después de tanto tiempo sintiéndome tan vacía me di cuenta de que eras tú lo que me hacía falta,
somos humo para el otro y aún no entiendo porqué, empezar a hacerlo todo, pero antes un café.

Camila Buzzo.

Permuto letras de amor con quien las sepa apreciar y comprender. Por favor, abstenerse adictos a las cosas fáciles y personas pobres de espíritu. Recibo ofertas por interno.
Compro parches para almas rotas. Ideal que incluyan ungüento para el dolor. Deseable de gran tamaño y con garantía de satisfacción. Pago lo que sea necesario.
Arriendo lado izquierdo en cama de dos plazas. Incluye control remoto a tiempo compartido. Sólo por esta noche incluye besos, caricias y abrazos. Oferta sólo válida para ti.
Regalo perro con habilidades escasas y ego grande. Necesita adiestramiento urgente. Buena oportunidad para inversionistas con paciencia. Puede convertirse en un gran hombre. 

Se querían tanto,
que nunca se olvidaban
de hacerse llorar.

martes, 8 de julio de 2014

Descubrí que el paraíso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que los golpes, que los besos pueden hacerte volar. Descubrí que había sentimientos insospechados en mí, que se puede reír y llorar a la vez, que es tan emocionante querer como ser querido; descubrí, en definitiva, una cosa tan simple y tan compleja, tan vulgar y tan extraordinaria, tan dulce y tan amarga, como el amor.

sábado, 5 de julio de 2014

Homero Aridjis.

Déjame entrar a tu íntimo alfabeto
para saber lo tuyo por su nombre
y a través de tus letras
hablar de lo que permanece
y también de auroras y de nieblas
Déjame entrar para aprenderte
y girar en tu órbita de voces
hablándote de lo que me acontece
describiéndote a ti
Quiero dar testimonio a los hombres
de tus enes y tus zetas
desnudarte ante ellos como una niña
para que todos se expresen con acento puro.

Carlos Limón.

En el principio del Cosmos, poco después -o mucho, realmente no lo sé- de que el “Big Bang” diera origen a nuestra caótica realidad, existió una estrella que comenzó a disgregarse con la expansión del Universo, al final colapsó y sus átomos se esparcieron por cientos de galaxias. Fueron parte de otras estrellas, de otros mundos, de planetas grandes y pequeños, de seres inimaginables y algunos otros de nada. Viajaban así por el Universo, pero siempre tratando de encontrarse, de volver a ser uno; su anhelo era reconstruir ese astro del que formaron parte en un principio, pues no habían encontrado lucero alguno cuya abrasadora calidez superase a esa estrella _. El hombre hizo una pausa, tomó la mano de su amada y la estrujó entre las suyas, ella esbozó una delicada sonrisa mientras esperaba a que la historia prosiguiese. _ Cada vez que sonríes _ continuó _ veo en ti parte de esa estrella, y al mirarte a los ojos siento que su calor recorre mi cuerpo, llega a mi corazón y ahí, en cada vigoroso latido, me doy cuenta que llevo también la esencia de esa estrella; tal vez es por eso que siento que te pertenezco, que me perteneces; tal vez es por eso, por el anhelo de esa estrella, que tenemos el apetito de estar juntos.

Bárbara Velásquez.

Muchas cosas nos sobraban, mucha paz en nuestro mundo, mucha comida en la cocina, demasiada agua en la tina, hasta las sábanas estaban tiradas en una esquina, muy poco de lo que teníamos ahí nos servía, hasta las risas sobraban, muy felices nos dijeron, muy felices dijimos. Faltaron lágrimas, faltó un poco de sol, faltó el futuro a pesar de que el nuestro estaba dentro de una caja negra que daba vueltas en el universo, ahí podríamos sobrevivir a las guerras externas o eso pensábamos. La música la producían nuestras miradas, nuestros cuerpos. ¿Colores? Era una vida en sepia, una vida de tonos y detalles, muchísimos detalles, semillas. La libertad la proporcionaba una ventana a la que pegamos flores artificiales y desde ahí podíamos observar la triste lluvia de otoño, invierno, primavera y verano. Cuerpos tibios por la razón de nuestras manos. Ojos nostálgicos por el presente, ya estaba todo resuelto. No teníamos que pensar demasiado, no teníamos que actuar y los cigarros aparecían mágicamente cada mañana en la jaula del canario que nunca tuvimos, para que yo amara tu olor y quisiera abrazarte todo el resto del día. Trescientos sesenta y seis días fue demasiado.
Si la desincronización fuese un arte, 
ellos tendrían un museo entero.
Como el batir de las alas de una mariposa, su silencio y su interés se acurrucan bien adentro y hacen estragos, cada uno el dictador 
de un mensaje falto de intención.
Él confunde su silencio con desinterés, 
y su orgullo lo conduce al hastío.
Ella estrecha su interés contra sí 
y deja que eche raíces, cosecha esperanza.
En los días que le toma armarse de valor, 
él se arma de olvido.
Y luego, al revés.

La piel se tornó barro entre tus dedos.
El lodazal de mi cama, campo de batalla, 
dejó heridas nuestras almas. 
Tuvimos que arrastrarnos. 
Tú a la negra selva de los cielos 
y yo al inmensidad infinita del mar.

Antonia Muñoz Noches.

Ya no busca primaveras en estaciones de tren,
no son suficientes las bocanadas de aire,
ya no son suficientes los abrazos,
pues ella quiere entre sus brazos tener el mundo.
Ya no bastan las canciones que escapan de la radio,
ni las mañanas de invierno, ni el hielo al morir.
Ya no bastan los elogios,
ya no son suficientes las sonrisas,
pues las devora como un puñado de estrellas.
Ya no le sirven los discursos en voz baja
y hasta el gritar se le hace nada.
Ya no camina, corre
-vuela-.
Cada árbol es un peldaño de su escalera
porque ya no le basta el suelo,
ya no le basta el fuego
-ya no más-,
ahora quiere bombardear el cielo.

Elena Garro.

Hay días como hoy 
en los que recordarme me da pena. 
Quisiera no tener memoria 
o convertirme en el piadoso polvo 
para escapar a la condena de mirarme.

Karmelo C. Iribarren - Como un rasguño en el alma.

Un simple 
comentario
a destiempo,
sin ninguna 
intención.
Pero tuvo 
que ser ese,
entre todos
los posibles.
 Y la vida pasa…
 Y no prescribe.
Si me querías junto a ti, sólo tenías que haberlo pedido. Que yo camino, exploro, me muevo y a veces también me quedo muy quieta, mirando al cielo, disfrutando del viento, y en ese momento, si tu mano hubiera llegado a tomar la mía, yo encantada me habría ido con ella.

La mujer que llegaba a las seis - Gabriel García Márquez.

—Te quiero tanto que no me acostaría contigo —dijo.
Luego caminó hacia donde ella estaba. Se quedó mirándola de frente, los poderosos brazos apoyados en el mostrador, delante de ella, mirándola a los ojos. Dijo:
—Te quiero tanto que todas las tardes mataría al hombre que se va contigo.
En el primer instante la mujer pareció perpleja. Después miró al hombre con atención, con una ondulante expresión de compasión y burla. Después guardó un breve silencio, desconcertada. Y después rió, estrepitosamente.
—Estás celoso, José. ¡Qué rico, estás celoso!

Julio Cortázar, Bestiario.

Ahora ya es más difícil hablar de esto, está mezclado con otras historias que uno agrega a base de olvidos menores, de falsedades mínimas que tejen y tejen por detrás de los recuerdos.
Me preguntó por qué lo amaba,
- Por placer - le contesté.

Cartas a un desconocido (LXXXVII).

Supe que era yo y pude despertar, como en esos sueños cuando sientes que te persiguen y la desesperación emerge desde la garganta. El temor se esconde justo bajo las costillas y el escape se expande, hasta que te das cuenta que nadie te persigue y caes al vacío.
Me vi reflejado, cuando el vidrio se encontraba sucio y merodeaba, deambulaba, erraba sin propósito ni consecuencia. Escuché el sonido a lo lejos, una vez que me llamaba y quise dejarme ir por un instante pero qué significaría. 
¿Acaso importaba ahora?
Es como un monólogo que va de palabra en palabra, hilándose desde sonidos que provienen de los labios y quieren ser sellados. Un testimonio a medio terminar y fragmentado está.

Mario Benedetti (Esta Mañana y Otros Cuentos).

Ella me quería, estoy seguro, pero había una suerte de juego mezclado a su amor. Yo tenía una horrible conciencia de no ser tomado en serio. 
Pero mi amor, llamémosle así, tampoco era limpio. 
 Estaba, cómo te diré, contaminado de respeto. 
Y así no se puede, claro.
Y en aquel momento deseó con todas sus fuerzas que él pudiese leerle la mente.

Jaime Sabines - Fragmento de Poema “Amor mio, mi amor”.

Amor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo, 

quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.

Fragmento de Que diría González - Carlos Salem.

Digamos que hoy me levanté otoñal,
pero hablé un rato contigo
y ya tengo los bolsillos llenos de veranos.

Yazheel YaoYoltzin - Tlajtoa.

Y desbaratar mis deseos en tus entrañas, 
y desdoblar tus sueños junto a los míos.

Quetzal Noah.

Prometo no acobardarme a la hora
de rodear el prisma de tu cintura
acercarme cauteloso al lecho
de iris misterioso, náufrago sombrío
ente y lucero que sana y cura
me asomo en tus hombros
y descubro el despertar de la locura
el coral de las nubes en tus parpados
la rosa menguante de tus labios
risueña ciencia enamoradiza
ámbar que medita entre sabios
he viajado una y otra vez al espacio
prometo roce boreal con mis manos
hacer tu andar y el mío un presagio
que agite las olas trémulas despacio
ansio el vértigo espontáneo donde
vuelva valles de cuarzo tus pantanos
prometo no darle tregua a tu aliento
mantener tu suspiro recién despierto
tomar el sol y evocar el arte
de pintarte auroras a cada hora
y a cada instante.
Es obvio, es evidente, que entre nosotros hay química, física, mucha historia, nuestro propio lenguaje, la matemática irracional de tu mas yo es igual a uno, la filosofía del amor y la religión de los besos, la poesía de la mirada, amor mio lo tenemos todo, solo nos falta paciencia .

Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones - Charles Bukowski.

Saber mantener el equilibro justo entre soledad y gente, esa es la clave, esa es la táctica, para no acabar en el manicomio.

Charles Bukowski.

Me estaba deprimiendo. Mi vida no conducía a ninguna parte. Necesitaba algo, los destellos de las luces, el glamour, alguna maldita cosa, y allí estaba, hablando con los muertos.