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lunes, 29 de septiembre de 2014

Carlos Ruiz Zafón.

¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? 
Que sólo pueden romperse de verdad 
una vez. 
Lo demás son rasguños.
Y ya que estamos en el final de nuestro verdadero final; 
Las palabras que temí pronunciar antes pueden ser pronunciadas ahora, 
“Te amo de una manera en la que yo ni siquiera llegué a amarme”.
Y es que no me pertenezco. 
Te pertenezco a ti.
Envidia
le
tengo
a
tu
piel
por
llevarte
siempre
pegado.

Rorshak.

Podría poner un revólver
en tu abdomen
y sin asco
servirme gustoso 
un platillo de tus entrañas,
querida mía.
Podría amarte noches enteras
y transitar dichoso en tus manías
caminar sobre tus deseos
y palparles la mirada
viéndoles la agonía.
Y sin temor enfrentarte
a ti y tu imagen colosal,
coquetearte al oído
y llevarte a nuestro recital,
un par de copas
y un trío con el cadáver de Alicia,
con un par de anfetas encima
besarte la boca,
correr desnudos hasta caer
tumbados en la arena
escuchando a la del poncho rojo 
y la voz rota.
O bien mancharte con ilusiones,
durante un tubo de nicotina,
mancharnos los dedos con resina
y dedicarte canciones.
Tanto podría proponerte,
al observarte
se me ocurren tantas vulgaridades,
tantos elogios,
tantos mentiras,
tantos despojos
tantas verdades.
Sin embargo,
diariamente,
me limito a gritarte en silencio
a callarte a gritos
con el hígado macilento
y el corazón dormido, marchito,
con los dedos morados
a falta de un trago dorado,
el dolor escrito.

Life after Rod, Ricardo G.

Tal vez fue por falta de amor propio y un excesivo amor hacia ti que terminé con el corazón tan destrozado. No te estoy culpando, puesto que yo tuve bastantes oportunidades de alejarme, pero siempre decidí quedarme. Te amaba y te sigo amando, la diferencia es que ahora he madurado y aprendido a valorarme un poco más. Hoy ya no estoy como para esperarte, mucho menos para rogarte, pues he entendido que aun si diera mi vida por ti, tú nunca llegarías a amarme.
¿Qué quieres de mí? Si todo lo que puedo te lo doy, como mis noches de insomnio, mis versos incompletos y hasta las palabras errantes de mi boca. Cuando mi mente está en blanco, camina solita hacia ti y hasta dormida murmuro tu nombre. No sé que mas quieres de mí si ya ni mi corazón me pertenece. 
Me sentare aquí a esperar un milagro a ver si nuestros soles algún día se vuelven uno y bailamos al son de la misma canción.

Germán Renko.

El primer beso tiene que ser robado, para que haya delito que perseguir 
y condena por pagar.

Líneas paralelas.

No tocarse nunca 
les duele lo mismo
que no poderse separar.

Alejandro Jodorowsky.

Tal vez si prohibieran la literatura al igual que la cocaína, la gente por puro morbo, buscaría meterse un par de líneas.

Declaración de Contradicciones.

El cielo besa al mar en cada horizonte, con envida y con pasión, contemplando sus profundidades y sus secretos eternos.
El mar mira al espacio y sus galaxias, su amor prohibido; tratando de ser como él, buscando expandirse eternamente y volverse un siempre.
El espacio te observa a ti, a tu corazón y tu alma; tratando de descifrar como guardas tanto en esos ojos café.
Supongo que todos tenemos dentro a una persona que no deja de arder nunca.

Era música,
tenía rock&roll en las caderas,
un blues melancólico en los ojos
y la nobleza de un vals en la forma de extenderse el pelo.
La contractura en el corazón, 
que tenemos todos, de mirar atrás.
Yo no entiendo mucho de lunas, pero a mi la única que me llena eres tú.
La diferencia entre los que te amen a partir de ahora y yo, es que ellos solamente te conocerán, yo en cambio, te aprendí.
Mi yo es alguien frágil,
puro, como un ''te quiero''.
Mi yo contigo te grita que es vulnerable,
feliz.
Mi yo contigo tiene la simpleza,
de una cerilla, 
la felicidad de un recién nacido,
y la armonía del olor a pan.
Este mi yo contigo es sólo tuyo,
pues sólo tú sabes hacer que me
atreva a sacarlo sin temer 
a la muerte.


Ante una mujer desastre, que no oculte su tristeza, hay que ser un valiente y amarla.
Amar sin cambiar.
Le pedí un café y me dijo:
''Sólo queda té''
Fue hermoso.
No me pongas alas, ni me enseñes a volar, si después sabes que te vas a marchar y te vas a llevar todo el cielo contigo.

Sinkope.

Le hago a la Luna una cuna 
con las nubes que rozan tus labios.
Soy un apátrida 
en otros cuerpos distintos al tuyo.
Me gusta perder mi vista en el horizonte de la línea de tu clavícula y ver como se juntan 
el cielo y la tierra 
en tu cuerpo.

miércoles, 24 de septiembre de 2014


Siempre creyó que el amor 
tenía fecha de caducidad.
Pero encontró a alguien que le amó 
pese a su corazón podrido.
Mis sentimientos hacia ella eran como una tormenta; lo suficientemente fuertes para acojonar pero igual de bonitos para enamorar.

- Cuando se muere ¿dónde se irá?,
¿Crees que exista el cielo o el infierno?
- No lo sé, pero pienso que cuando llegue el momento, no me importaría estar en cualquiera de los dos, si del otro lado,
me llega un abrazo tuyo.
Le gustaba que le besara la espalda porque sentía que cada beso que le daba 
le cicatrizaba una puñalada.

Sanddy García.


Ya no me gusta escribir historias largas, 
tampoco escribo finales felices, 
prefiero los microcuentos,
aquéllos que duran apenas un suspiro,
lo mismo que un parpadeo;
aquéllos que no duelen tanto,
que no alimentan mi esperanza 
en las historias eternas,
que no me dejan caer con las alas rotas. 
Esas historias prefiero. 
Finitas
Breves 
Sinceras.

Novela de amor.

Había una vez,
pero ya no.
Y llegaron las doce. Y se fue. Y la dejó tirada en medio de la nada. Y Cenicienta acabó borracha en un bar de carretera.
Y cuando creímos que nuestras heridas 
eran suficientes, nos hicimos más.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Él decía demandante -quiero té- y ella le respondía con dulzura -viceversa-

Casablanca.

Cuando le preguntaban cuál era su patria, él respondía, como Rick en Casablanca, «borracho». Pero lo que quería decir, como Rick en Casablanca, era: «en los brazos de una mujer que está, por cierto, con un hombre muy superior a mí».
Tenía la piel de color café solo.
Y no tuve más remedio 
que hacerle compañía.
Yo no curo nada. 
Sólo hago historia, no medicina.
Me encanta mirarle sin que me vea. Observarle mientras está concentrado, serio, ajeno. Y cuando está de otro modo, me encanta igual.

Susy Llanos Carballo.

Te encontré como se encuentra todo, buscando otra cosa.
Andar con pies de plomo
para que vengas tú a soldarme los pasos.
Malo es que siempre llega otro amanecer en el que quieres abrir las ventanas y no te quedan ni las uñas para arrancar el capote de engrudo. Y entonces tienes que esperar a que te crezcan las garras otra vez sin volverte loco de oscuridad.
Y sin morderte las uñas.
Entras y sales siendo cualquiera
pero por dentro eres el único;
te gusta mi libertad
y a mí me gusta sentirme libre a tu lado;
me gusta tu verdad
y a ti te gusta volverte cierto a mi lado.

Hector Grass.

Que más realismo,
que saber que la perfección
no toma papel 
en la existencia.
Que todo lo perfecto
son sueños,
y al final nos despertamos
chocando
con la realidad.

Sueños de pocas palabras.

Los días te hicieron invisible a mi realidad, en las noches contemplan mis sueños encontrarte en el más intenso pensamiento. Busco cada excusa para permanecer intacto a tu mirada, los días se enorgullecen cuando te detienes, mis noches encuentran espacios nuevos cuando en tus instantes eres libre, cuando se desvanecen las lágrimas de tu rostro y buscan esconderse en tus labios, sólo para morir en el comienzo de su más íntima alegría, cada una de tus sonrisas me guían por nuevos senderos. La tristeza que invade tu corazón me busca en las noches y me pide explicaciones de algo desconocido. Yo sólo busque un espacio para florecer lo mejor de ti, lo mejor de los días siempre va contigo. Sólo que los días se han ocupado de volvernos insensibles al más íntimo humor de nuestro ser. Y es allí donde te espero, en el final de toda excusa, en el olvido de cada pretexto. En lágrimas de total honestidad me ahogo, esperando encontrar ese espacio de ti en el cual mi alma respira y ambos nos hacemos invencibles al mundo.
Haz ese giro de tuerca,
Llamado dolor.
Deja desvestidas a mis palabras,
Sin destinatario, en la nada misma.
Tironea mis lagrimas,
Fuerza ese llanto,
Que guardaba para otra ocasión.
Que la felicidad sea solo un deseo, 
Asi conozco esa tristeza,
Inaugurandola en versos.

Alba Alessi.

No quiero aceptar que me duele lo que haces.
Tu indiferencia, la manera en que me olvidas,
porque si lo hiciera sería aceptar
que realmente tienes un efecto en mí,
que has impactado mi vida. Por pasar las noches soñando que te quedarías a mi lado…

Pero lo hago, te extraño, te extraño como nunca.
Las lágrimas caen por mis mejillas con solo escribir
estas palabras.
Y me enojo, me enojo conmigo misma,
por quererte y por creer que me ibas a querer de vuelta.
Porque te rendiste sin siquiera haberlo intentado.
De los infiernos que he probado, 
volvería a ti porque sabías a cielo.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Emma Helsk.

¿Qué hace de un beso mejor que otro? Porque los hay distintos: Con o sin amor. Tristes, felices. Rápidos y lentos. Primeros y últimos. De encuentros y despedidas. Besos robados, y besos con sonrisa. Pero si me dan a elegir uno, quiero cada uno de los tuyos.
Una parte de mí pide a gritos que pare, 
ya no aguanta más dolor. 
Mientras la otra parte, 
ruega que haga un último intento.
Todavía me asustan dos cosas 
más que nada en el mundo… 
Y esas dos cosas son el abandono y el reemplazo.

Erika Boté.

Estaba molesta, sólo le pedí una cosa, una sola cosa: cuídate. Y ni siquiera eso puede hacer bien, ¿qué tanto le costaba morderse los labios, llorar un rato y fingir aceptarlo? Fracasé, fracasamos como relación, nos hacíamos daño, nos hacíamos mal, por cada semana buena se venían dos malas; pero no, tenía que ir y embriagarse como si el alcohol se fuera a agotar y tuviera que tomárselo todo en una sola noche.
Y ahora yo quisiera una botella, no dejo de extrañarle, no puedo quitarme su nombre de la cabeza -tenía que tener un nombre tan común-, siempre me gustó llamarle por su nombre aunque cada que lo hacía pensara que era porque estaba molesta, recuerdo la primera vez que salimos a solas, también la noche en que me confesó su amor por mí, lo ingenua que fui al no darme cuenta desde la primera vez que lo dijo, es imposible no pensar en que ya no estará, que por esas calles no volveré a cruzar, que tendré que olvidar ese camino que ya me sé de memoria y no sólo eso, que tendré que olvidar su cuerpo, dejar a un lado las ganas de quererle gritar lo que siento, porque ya es tarde. Nos hacíamos mal, pero aún siendo la decisión correcta, duele. Duele porque desearía estar discutiendo una vez más a sentir tanto su ausencia.
Si bien he aprendido que un beso no es un contrato, aún no logro entender, cómo alguien puede menospreciar esa obra de arte.
Unión de dos bocas, dos cuerpos diferentes que sincronizan su respiración, escuchan el latido de su corazón e incluso la temperatura se nivela.

Las letras de Phany.

¿Me quieres? es decir, ¿lo suficiente?, no lo suficiente para mandarme un texto por la mañana diciéndome que me quieres sin sentir que es una obligación hacerlo, me refiero a lo suficiente para no dejarme, para no alejarte de mí… Me da miedo que me dejes aquí sola, con todo este amor dentro.
Amo la violencia con la que tu sonrisa
me destruye la rutina.

Diario - Fernanda Gr.

Hace unas semanas comencé a escribirte en mi diario. Te escribí cuerpo y alma, con todo y defectos.
Escribí tu forma de fumar, tus manos frías, tus brazos infinitos que me envuelven, tu mirada curtida y tu piel maravillosa.
Y que el que dirán no importe, 
mientras tengas un motivo por el cual brillar.

martes, 9 de septiembre de 2014

Deletrear su nombre 
era fraccionar el mundo 
en partes iguales.
Escuchar tu piel
para alejar los ruidos,
para bajarle el volúmen al tiempo.

Quetzal Noah.

Aquí me tienes
pensandote como siempre
bajo la sombra de la duda
esperando inventar
el pretexto más tonto
para salir corriendo a buscarte
y arrojar las palabras que me trago
para confesarte
la falta que me haces.

Elvira Sastre.

Estaba loca,
joder,
estaba loca.
Tenía en su cabeza una locura preciosa.
¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella?
Sin embargo amarte viene siendo la solución más pacífica que conozco para este caos que traigo conmigo desde que me lanzaron a este mundo.
Le dediqué canciones por costumbre 
y le entregué mi vida por idiota.

No me dejes ir, no sé regresar.