Le miras sin decir nada,

y se te forma esa sonrisa involuntaria.

Eso es decir te quiero en silencio.

Si necesitas calor,

mi corazón frío te lo dará.

Y es que dicen, 

que el hielo termina quemando...

Quarcissus: el arte de desamar. Acto I: La traición, Rafael Lechowski.

¿Me ha abandonado 

por miedo a perderme? 

¿O es su cruel forma de amar,

 ni sin mí, ni conmigo?

A veces pienso en la luna...

Como me gustaría ser la luna;

que suerte la de ella...

Contemplar tu sueño

y seguir tus pasos.

Debe ser el satélite 

más afortunado de la galaxia.

- Irene X -

Porque una vez me viste temblar

y en vez de taparme

Te desnudaste conmigo

y desde entonces es verano

cualquier Navidad de estas.

Encuentro cierto encanto

en los lugares que están abandonados,

las cosas que están muertas

y los paisajes desamparados.

Por eso me gustan las flores, 

para ver como se marchitan...

Y por eso me gustas tú 

y tu razón de estar vivo.

¿No lo entiendes, verdad?

Que no quiero ser yo

si no es contigo.

Se acabó la autonomía;

se fue con mis ganas de no perderte.

Ya no admito más riesgos.

Cuando le perdí,

salí de mi zona de confort.

Enamorarse es indigno;

nos obliga a perder principios 

y finales.

Luisa R.

La ironía de ser libre

acurrucándome en ti.

Leunam.

Júrame 

que no tendré que arrepentirme

de entregarte hasta el alma.

Debilidades.

Tener miedo a que te quieran debe ser horrible.

Pero querer con miedo lo supera. 

Tendríamos que amar con los ojos cerrados,

perdiendo un sentido o todos a la vez.

Estar desprotegidos nos hace más fuertes. 

Porque cuando nos falta protección, 

nos defendemos con las debilidades.

Hael Francis.

La caótica tormenta 

que habitaba en mí,

se desplomó,

y empezó a salir por mis ojos.

Arthur Rimbaud.

¿Y si un trozo de madera 

descubre que es un violín?

SHAKESPEARE, Troilus y Cressida.

Porque ser sabio y enamorado

excede el poder del hombre.

El mundo es de los valientes.

Que no decidan por ti;

que el mundo no es de los conformistas,

ni de los incrédulos. 

El mundo lo construyen los valientes;

los que no tienen miedo 

a que rechacen sus rarezas.

No sé qué verás en mí,

pero no dejes de mirarme.

Fernando Ananá.

La complejidad con la que te amo, me provoca traumas y adicciones, me hace sumergirme en lo mas profundo de la noche, y desear no volver jamás.

Miguel Gane.

El amor existe, 

lo que escasea son las personas 

que saben querer bien.

Gabriel Yunga.

A ver, si con un poco de suerte, 

al viernes se le cae la erre…

Esteban Pérez Sánchez.

La de nubes que llovemos

cuando nos miramos.

Teoría de la Fragilidad, Quetzal Noah.

¿Acaso te sientes tan poco 

que te da miedo cuando 

alguien te da todo?

Que rabia da amarte.

Daños y perjuicios;

los que me causas 

cada vez que intento amar de nuevo.

No puedo enamorarme,

a todos les falla algo...

Que no son tú.

Sebastian BA.

Te recogeré 

cuando te estés cayendo.

Da igual que día lo leas...

Te odio.

De esa manera que se odian

 las cosas que amas a escondidas.

Tú piensas que no te quiero...

Y ayer te odié un poco menos que hoy.

Hoy me levanté con ganas. 

Ganas de recibir tus mensajes e ignorarlos 

y que tú me preguntes por qué lo hago.

Porque te odio. Mucho.

Hoy parece que te odie más que nunca. 

Pero mañana será igual y pasado..., o no.

Quién sabe.

Es difícil que alguien nos rompa el corazón. Generalmente lo hacemos nosotros mismos, tratando de meterlo a la fuerza 

donde bien sabemos que no cabe.

Reinibeth Barrios.

Haberme despedido de él, 

era como saludar al dolor 

que en mí iba llegando.

Tienes un no sé qué,

que sí sé yo.

Y eso me encanta.

Fragmento de Firmeza, Armand Virallonga.

Volvió para decirme que se había ido.

Para cerrar la puerta dos veces.

Fragmento de Groenlandia, Enzia Verduchi.

Leí que las distancias en Groenlandia 

se miden en sinik, en “sueños”, 

en el número de pernoctas que dura un viaje.

Fragmento de Latitud, Jorge Valdés Díaz-Vélez.

Tan de pronto, de golpe, sin apenas

vestigios de su sangre entre mis yemas,

las cosas van perdiendo su sentido.

Hecatombes sentimentales.

Cuanto más amor hay,

más daño se hace.

Porque el amor duele,

duele tanto que nos estalla.

Forma hecatombes 

que necesitan liberarse.

La rabia.

El odio.

El orgullo.

La indiferencia.

Todo es lava, cenizas... 

Y salen a la superficie 

cuando el amor no puede más.

¿Por qué no iba a perdonarte?

Si, todo el dolor que causas,

es tu corazón herido, 

pidiendo auxilio. 

Fragmento de Groenlandia, Enzia Verduchi.

Tu nombre es una herida, 

una elipsis. 

Una isla entre el Atlántico 

y el Ártico.

R.R.

En mi defensa puedo argumentar que tus labios son mi lugar de receso y que tu cuerpo es mi lugar de descanso.

Fragmento de Desierto adentro, Jorge Valdés Díaz-Vélez.

Encima de tus párpados, la noche

será un aullido más de la jauría.

Elvira Sastre.

Por suerte, 

existes. 

Y por suerte, también,

no sólo existes, 

sino que te colocas aquí,

justo al lado de todo lo que está lejos

para estar cerca.

Kate Morton, El último adiós.

Uno siempre cree que hay tiempo, 

hasta que un día te das cuenta 

de que ya no es así.

Huracanes.

Teníamos un plan.

Éramos libres y nos queríamos,

pero tú no pudiste aguantarlo.

Ni un segundo.

Rompiste todo, 

hiciste que se quebraran en pedacitos;

las ilusiones, 

los ahorros para el viaje de nuestra vida,

mi sonrisa, los sueños despiertos, 

las estrellas que contábamos, 

mis desvelos, tus noches en vela, 

las madrugadas compartidas...

Te lo llevaste todo, arrasaste con ello 

como alguna vez hiciste con mis ganas de comerte.

A besos y versos

Mis ganas de luchar. Mis miedos. 

Mis porqués y mis ''te quiero''.

Miss you.

En resumidas cuentas, 

ya no cuento contigo.

Ella, así con su corazón roto, 

comenzó a construir grandes universos.

M. Sierra Villanueva | Fragmento.

Me adorna el cabello con sus coordenadas. 

Y me sabe la boca a sur, a tierra de otros lugares.

Extranjera en su piel, pero no me siento perdida.

De allá soy, de su olor a volcán, 

de sus calles cerquita del mar,

de sus colores.

Clara Sawyer.

Aquí todas las cosas 

que no nos dijimos.

Inundaciones. 

Dentro. Desbordando.

Nunca he sido aventurera;

me daban miedo las nuevas experiencias,

la adrenalina, perderme, huir...

y acabar encontrándome.

Por eso conocerte fue un error. 

Sonrisas - Loreto Sesma.

No era mi intención atraparte en un verso,

Convertirte en mi universo,

Desear darte un beso,

Y querer verte dormir aquí.

XXX ~ Monica Gae.

Voy a quererte hoy

Voy a quererte mañana

Y voy a echarte de menos

El resto de mi vida

Sara Bueno.

Y cada vez que decía adiós

me retumbaba la calma en los costados.

Porque no era adiós,

era estoy aquí,

era ven a buscarme

que sólo tú me encuentras.

Loreto Sesma.

Y no te das cuenta

que detrás de cada reproche

hay un te quiero.

Y mientras el orgullo no me abandone,

mi dignidad seguirá intacta.

Así que ten paciencia 

y quiéreme un poquito más,

que, aunque lo veas imposible,

no existen barreras cuando se trata de ti.

Deja de buscarme,

o al final creeré

que estamos destinados. 

Alaska - Flawless.

Le atraía lo extraordinariamente extraño y sus pensamientos corrían en caminos difíciles y llenos de espinas que la gente normal nunca se atrevería a cruzar.

Y es que siento que odiarte

es la mayor expresión de amor

que puedo mostrar. 

Mario Benedetti.

¿Usted ha pensado alguna vez en el suicidio? 

Yo si. Pero nunca podré. 

Y eso también es una carencia. 

Porque yo tengo todo el cuadro mental y moral del suicida, menos la fuerza que se precisa para meterse un tiro en la sien.

No eres una persona cualquiera.

Ser tú mismo ya te hace especial,

y no hay mayor atractivo

que saber amarse 

por encima de cualquier estereotipo.

Erótica del amor propio, lo llaman...

Benjamín Griss.

Y llega un punto en tu vida 

en el que ya no te importa 

si llueve o no fuera, 

porque hace mucho 

aprendiste a bailar dentro.

Me da tanta rabia 

que no te dignes a querer.

A quererme. 

A quererte para que yo pueda querer, también. 

A que nos queramos. 

Y así matar dos sentimientos de un tiro.

Charles Bukoswki.

La raza humana exagera todo;

 sus héroes, sus enemigos, su importancia.

Skaylar.

Cuando me pregunten de amor 

les hablaré de ti.

Charles Dickens.

Cada fracaso le enseña al hombre 

algo que necesitaba aprender.

El problema de llevar armadura

es que puede que no te hagan daño,

pero pesa demasiado,

y eso también duele.

¿En qué momento te adueñaste de mis sueños?

¿Cuándo ocurrió?

¿Cuándo dejé de ser yo para convertirme en todo 

lo que te gustaba?

No me pertenezco, y todos se han dado cuenta.

Hasta tú.

Rechazas mis maneras y las haces tuyas.

Y todos se han dado cuenta.

Hasta yo.

Y aquí sigo, persiguiendo tus desventuras.

Y es que eres inevitable, amor. Casi como respirar.

Yo no puedo vivir sin quererte 

como la atmósfera no vive sin oxigeno. 

Y aunque respirarte sea perjudicial,

no encuentro manera más bella de contaminarme.

Ven, seremos.

No volverás.

A ocurrir.

Te lo prometo.

Me lo advierto.