No te bajaré la luna—le dije—, más bien te llevaré hasta ella. Ella se maravilló por eso, y respondió diciendo que yo sería el astronauta de sus sueños. Me pareció increíble. Y más increíble fue, que al pasar del tiempo, el viaje tuviese que cancelarse; por razones que aún no entiendo (tal vez por estúpido o porque son estupideces). Y sí, me dejó en la luna, como quién dice. Me hizo astronauta, después de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu aportación...