Seguidores

martes, 19 de noviembre de 2013

Federico Garza Liturca. Como cuando hicimos el amor y no la guerra.

Hice una lista de sus defectos
 y aún así me fascinaba,
podía decir las mentiras 
más hermosas de la humanidad
y podía perder toda mezcla 
de divinidad y humanidad
que le quedaba, 
podía hacer de su cuerpo la almohada
más cómoda y no le incomodaba 
verme dormir sobre su
pecho. No hubo besos en mucho tiempo, 
pero perdí el miedo a abrazarla, 
a sentirla y que ella me sintiera, la sentía 
segura, la sentía tan cálida y a la vez tan fría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación...