Seguidores

sábado, 26 de abril de 2014

Amor con sabor a chocolate, Ricardo G.

Caminaba distraído y las ojeras le cubrían gran parte de la cara. Su tema de conversación era siempre el mismo, parecía un idiota ante los ojos de cualquiera. El pobre hombre estaba enamorado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación...