Compartir es gratis.

El descontento social, el pobre que quiere ser rico y el rico que no es lo suficientemente rico, el pobre que es   rico de amor y felicidad sin cosas materiales y el rico que aún teniendo tantas riquezas es pobre de amor y felicidad. El caso es quejarse. Nadie está contento con lo que es, con lo que le gustaría ser y no es, con lo que no tiene o tiene en cantidades desmesuradas, y cuando cree que el otro vive mejor que él, cae en el error de equivocarse. Ni el rico por ser rico es feliz, ni el pobre por ser pobre es desgraciado; todos tenemos problemas que no están relacionados con el dinero, sino con los sueños, todos soñamos lo mismo, ser mejor de lo que somos, y convertirnos en lo que ansiamos ser, aunque vivamos en una mansión o aunque tengamos que dormir en la calle, a todos, absolutamente todos, se nos queda grande el mundo y deberíamos saber que siempre habrá alguien que esté peor o mejor que nosotros, que no somos el centro del mundo, que cada uno componemos una pequeña parte de él, que para obtener eso de lo que carecemos sólo basta con el sencillo acto de compartir, porque con la de vueltas que da la vida, nunca  se sabe en que lado de la moneda te tocará estar, el caso es que nunca estarás contento... Así que vive, comparte y deja vivir.