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domingo, 26 de mayo de 2013

De tiempos cobardes.

—Todas las palabras se dicen antes de dormir.
—¿No es generalizar?
—No. Para nada. 
—¿Y si te dijera que he dejado palabras sin decir?
—Te diría que has perdido mucho tiempo.
—¿Y puedo recuperarlo?
—No.
—¿Así de tajante?
—Si, pero…
—¿Hay algo más?
—Claro, dije que has perdido tiempo, no que es tarde.
—Me gustas.
—Era lo que estaba esperando.

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