Seguidores

sábado, 14 de marzo de 2015

Pero no era el cielo, ni era la lluvia, ni mi abrigo empapado, ni mi carta seca bajo tu pecho. Eras tú, y nada de lo que posteriormente hiciese te iba a arrancar de ese pedacito de mi abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación...