Seguidores

martes, 13 de mayo de 2014

Estábamos desnudos pero estábamos vestidos. Había algo que cubría nuestros cuerpos sin ropa que evitaba que nos tocáramos. 
Una alteración magnética que no permitía que nuestras pupilas se encontraran en línea recta. 
Desde ese día no nos vimos más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación...