Hablo de sueños...

Pretender que no vivo inmersa en mis fantasías, metida de cabeza en mis diálogos interiores que rara vez no plasmo en un papel por la necesidad de sacarlos de mí de alguna manera, aunque no sea la mejor ni la más productiva, es la más fácil y la que tiene menores consecuencias.
Ojalá fuese capaz de abrir la boca y soltar todo lo que pasa por mi mente... Hacer explotar mis sentimientos fuera, y no dentro de mí, causando destrozos, a veces, irreversibles.