Así, pues, comprendéis que no siendo de ningún país, no pidiendo
protección a ningún gobierno, no reconociendo a ningún hombre por
hermano mío, no me paralizan ni me detienen los escrúpulos que detienen a
los poderosos o los obstáculos que paralizan a los débiles. Sólo tengo
dos adversarios, y no vencedores, porque con la constancia los sujeto, y
son el tiempo y el espacio. El tercero, y el más terrible, es mi
condición de hombre mortal. Éste es el único que puede detenerme en mi
camino, y antes de que haya conseguido el objeto que deseo, todo lo
demás lo tengo calculado. Lo que los hombres llaman reveses de la
fortuna, es decir, la ruina, el cambio, lasa eventualidades, los he
previsto yo, y si alguna puede ocurrirme, no por eso puede derribarme. A
menos que muera, continuaré siendo lo que soy.
es lasa eventualidades o las eventualidades?
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