No regreses donde nadie te ha requerido. No me
busques, no te he extrañado. Tu presencia sólo me causa dolor,
preocupación y malos ratos. Quédate dónde estabas, lejos de mi. No
dejaré que me vuelvas a vencer, que logres abatirme. Ya sé cómo ganar
las batallas y pronto espero librarme de esta guerra.
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