El dolor es extraño. Un gato que mata a un pájaro, un coche accidentado, un incendio…llega el dolor, BANG, y ahí está, se introduce en ti. Es real. Y para cualquiera que te vea, parecerás un imbécil. Cómo si te hubiese caído una idiotez repentina. No hay cura para ello mientras no encuentres a alguien que comprenda como te sientes y sepa cómo ayudarte.
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