Los poemas que te escribo son habitaciones cerradas,
casas medio derruidas,
historias que nunca van a ninguna parte,
paisajes de ciudades muertas,
fotografías de televisores apagados.
Y todo por un motivo:
Son otros los que los leen.
Cuando lo hagas tú, créeme,
mis poemas serán siempre
balcones con vistas al mar.
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