¿Por qué nos empeñamos en que todo sea perfecto?
Es como en esas fotos del antes y el después.
Hay días malos, destructivos, horribles...
Sí, los hay y está bien sentirse mal.
Está bien sentir que eres una mierda
porque no lo vas a ser toda la vida.
Las emociones son sólo momentáneas,
escasas, únicas...
Me gusta sentirme inútil y vivirlo, sentir que me ahogo.
Llorar sin razón o querer morirme porque pienso que estoy en un túnel sin salida.
Pero está bien. Todo está bien.
La rabia que no se deshecha puede resultar peligrosa.